miércoles, 20 de marzo de 2019

MIDIENDO LA ECONOMÍA DIGITAL


Autor: Disraeli Brito U.


MIDIENDO LA ECONOMÍA DIGITAL


Empecemos por definir que es la economía digital, llamada también (economía en Internet), es una forma de economía basada en el conocimiento que consiste en “incorporar a Internet las técnicas de producción y satisfacción de necesidades”; esta economía digital abarca los sectores de la economía real, como son bienes/servicios se encuentran en las denominadas Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC).

No cabe duda que la economía digital requiere nuevos paradigmas que la definan; es por ello que el “Grupo Intergubernamental de Expertos en Comercio Electrónico y Economía Digital” decidió iniciar reuniones interdisciplinarias con el objetivo de cumplir con la resolución N° 70/1 de la Asamblea General, de “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, del 25 de septiembre de 2015, “(…) utilizando un conjunto de indicadores mundiales elaborado por el Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

 Dando inicio a las reuniones en Turquía en la ciudad de Antalya en el 2015, donde se “Reconoce que estamos en una era de Economía de Internet y por tanto se debe liberar el potencial del comercio electrónico para los países en desarrollo”; luego la segunda reunión se realizó en China en la ciudad Hangzhou en el 2016, donde se adoptó la decisión de crear un Task Force o (grupo de Trabajo) denominado Economía Digital (DETF).  Continuando, posteriormente se reunieron en Alemania en la ciudad de Düsseldorf en el 2017, con el objeto de crear el (DETF) y a su vez se planteó la necesidad de medir la economía digital, acordando entre otros puntos como prioridades el establecer un Roadmap (mapa de ruta); finalmente  en reunión realizada en Buenos Aires - Argentina del 2018, de acuerdo con el Roadmap, se acordó analizar cinco puntos: El Gobierno digital, la Economía 4.0 y Futuro del Empleo, La Infraestructura y accesibilidad digital, La Brecha digital de Género y la Medición de la economía digital TOOLKIT (Instrumentos).

Cabe destacar, que el paradigma de la economía digital está basado en que a través de las herramientas que permite la tecnología software/hardware, plantearse en la actualidad una visión global de las empresas, así como de todo tipo de información generada en cualquier parte del mundo. Teniendo como objetivo primordial tener acceso a mercados foráneos para el intercambio de bienes y servicios. En tal sentido, las empresas podrán ampliar su radio de acción en el comercio internacional con el fin de competir en los aspectos como calidad, costos, servicios, tiempo de respuesta, etc. Esto se debe en gran parte, porque la tecnología es cada día más accesible y económica, siempre que su uso sea el comercio. Es decir, la tecnología como parte del conocimiento está acortando las brechas comerciales, entre los países.

Este nuevo paradigma de la economía digital ha motivado y, en cierta forma, obligado a los entes gubernamentales como a las empresas privadas, emigrar a nuevas formas para mejorar sus procesos internos utilizando las herramientas que ofrece la  tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC), ajustando las estrategias al contexto actual, lo que a la larga contribuye en mejores servicios, a disminuir los costos de producción, tiempo de respuestas. Pongamos como ejemplo, la automatización de los procesos en la administración pública, generaría un ahorro para el Estado en la generación de papel, el uso de  consumibles que representan unos egresos inmensos para las arcas del Estado y cuyos recursos podrían ser utilizados para mejorar los servicios públicos por ejemplo.

Se debe decir entonces, que la economía digital tiene como objetivo central el conocimiento, que es obtenido principalmente por la educación tanto pública como privada y que asume como aliado a las redes (internet). Es por ello, que el valor de la economía digital, está enlazado con la distribución del PIB. Es decir, cuánto los Estados aportan en el desarrollo de la investigación, innovación y productos generados por bienes y servicios y su distribución en términos de inversión nacional en educación (competencias digitales y tecnología), igualmente, cuánto se invierte en las pequeñas y medianas empresas, y en los niveles de bienestar económico y social de las comunidades. Debido a que la tecnología debe formar parte en la solución de los problemas de la sociedad, debe invertir en el desarrollo de las (TIC).

Tomando en cuenta las decisiones asumidas por el creado “Grupo Intergubernamental de Expertos en Comercio Electrónico y Economía Digital”, creado por la Asamblea General de la ONU., y, comparándolo con el desarrollo en Venezuela, de la economía digital. Se puede decir: Las estadísticas de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), en su “Informe del 2015”, donde se efectúa una medición del avance y cumplimiento de las obligaciones de desarrollo de las tecnologías de información y comunicación TIC., de la mano del índice de desarrollo TIC (IDT), ubica a Venezuela en el puesto N° 72 de 167 países, con un cumplimiento de un 5,48 del total de valor del Continente Americano, que se sitúa en 5,10 en lo que respecta al acceso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC.). Por otra parte, Venezuela se encuentra con un valor de 5,44 por debajo de la media sobre el valor del Continente colocado en 5,56, y con un porcentaje de hogares con ordenadores con acceso a internet del 43,70% y 34,18%, respectivamente, comparada con el valor de la región de las Américas ubicado en 61,70% y 57,30%, respectivamente.

Como se observa, Venezuela requiere mas inversiones en el campo de las Tecnología de la Información y las Comunicaciones TIC., para cumplir con la agenda 2030 para el desarrollo sostenible cuyo objetivo principal es el impulso de un plan de acción que nació del compromiso de los Estados miembros de las Naciones Unidas, para velar por la protección de las personas, el planeta y la prosperidad.

UNA VISIÓN ESTRATÉGICA DE LA ECONOMÍA DIGITAL EN COLOMBIA


Autor: Disraeli Brito U.


UNA VISIÓN ESTRATÉGICA DE LA ECONOMÍA DIGITAL EN COLOMBIA

El Gobierno colombiano conjuntamente con la empresa privada ha impulsado políticas públicas sobre las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC.), denominado “Plan Vive Digital”, que tiene como objeto la promoción del talento humano en las áreas del conocimiento, con el objetivo de ampliar el uso de Internet of Things (IoT) o el internet de las cosas dando pasos en relación a los objetivos de cumplir con la resolución N° 70/1 de la Asamblea General, de “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, del 25 de septiembre de 2015, “(…) utilizando un conjunto de indicadores mundiales elaborado por el Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Para ello Colombia, ha empezado ampliar conjuntamente con la empresa privada el acceso a internet en diferentes puntos del país; en este sentido, el Estado asume políticas públicas para la inclusión de la nación en la Economía Digital, que busca impactar todas las actividades económicas de intercambio de bienes y servicios, así como, en el gasto público de salud, seguridad y movilidad. Es allí donde el Estado colombiano estima que debe dirigirse la inversión de las (TIC.); para ello, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), luego del levantamiento de los costos que necesita el país para el cumplimiento de las metas a alcanzar debe invertir aproximadamente unos 20 mil millones de US$. Y de esas forma, asumir y cumplir con la resolución N° 70/1 de la Asamblea General de la ONU, en septiembre del 2015.

Ahora bien, para la observancia de dichas metas se deben adaptar las políticas públicas a la economía digital, para ello, hay que invertir en educación, legislar en materia de ciencia y tecnológica para asi, reformar el ordenamiento jurídico y adaptarlo a las nuevas realidades. Por su parte, el fuerte componente de la inversión de los particulares hace que el Estado colombiano deba promover el capital privado; para ello, tiene que promocionar la apertura a las empresas multinacionales para que inviertan en el sector de la infraestructura de telecomunicaciones y lo asociado a esta, lo que implica a grandes rasgos, la entrega del control de las (TIC) a los conglomerados de las comunicaciones internacionales. Es decir, un área tan estratégica de seguridad del Estado pasa a depender del sector privado.

Disfrutar de estos adelantos tecnológicos demanda velocidad y capacidad de tráfico de datos, lo que requiere inversiones que garanticen un equilibrio entre los desarrollos tecnológicos y las necesidades de los usuarios en esta dinámica de transformación. En este orden de ideas, el boletín de las TIC, Colombia, señala que al finalizar el primer trimestre del 2017, el país logró una cifra de conexiones a internet de banda ancha  de 28,4 millones. De las cuales  15,6 millones fueron por redes fijas y móviles y  12,8 millones, a través de conexiones móviles por demanda. Por su parte, el índice de penetración de las conexiones a internet de Banda Ancha en Colombia aumentó 5,2 puntos porcentuales con relación al primer trimestre del año 2016, alcanzando un índice de 57,6%.

En la actualidad según El Ministerio de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC), está desarrollando centros de transformación digital para empresarios. El Gobierno está estimulando la innovación en términos de desarrollo de nuevas plataformas, para apoyar así al sector de la Pequeña y Mediana Industria (Pymes), con el fin de ayudar en su consolidación. Sin embargo, se advierte que de no actualizar sus plataformas en pocos años desaparecerán. Ahora bien,  según la revista economía digital, está avanzando la página web. Portafolio, Colombia se encuentra  entre los mas adelantados en economía digital en América Latina, a la par de Argentina, Uruguay y Chile. Indicando de la misma forma, que Colombia en la tasa de crecimiento de la economía digital muestra un progreso a tal punto según la página, se está alineando con los países mas desarrollados occidentales[1].

Por su parte, en Venezuela tomando en consideración los tres (3) componentes principales  de grado, desarrollo y de complementación que determinan el nivel de progreso en cada país. Conformados por la infraestructura de redes de banda ancha, la industria de aplicaciones TIC, y los usuarios finales. Con respecto a la infraestructura en redes Venezuela se encuentra controlada por el Estado, con menos de 1,9 Mbps, de velocidad, mientras el promedio en América Latina es de 5,6 Mbps.

Como resultado de esto para el 2018, los venezolanos se desenvuelven en un ecosistema digital bajo dentro del continente; navegando a un promedio de 1,61 Mbps en Banda Ancha Fija (BAF), lo cual constituye una caída de 0,3 Mbps en los últimos dos años. Es decir, si se compara con el promedio de navegación de América Latina, que se ubicaba en 5,6 Mbps para el primer trimestre de 2017,

Por su parte, eso está repercutiendo en el servicio de Internet, que dificultan múltiples actividades cotidianas: desde informarse y trabajar hasta realizar transacciones bancarias “La realidad regional muestra un crecimiento sostenido y en 2016, los ciudadanos en red consultan contenidos en las plataformas digitales a un ritmo de 5,3 Mbps. Esto demuestra el avance que han tenido países vecinos en materia de calidad de navegación, y en este panorama Venezuela es la excepción”, expone el trabajo. “Estas deficiencias de la conexión han hecho que la navegación se reduzca a la mínima expresión en Venezuela”,

Como se observa, el Estado venezolano debe invertir en todos los aspectos que conforman el desarrollo del ecosistema de la economía digital, si quiere dar cumplimento con la resolución N° 70/1 de la Asamblea General, de “transformar nuestro mundo: la Agenda 2030, para el Desarrollo Sostenible”, del 25 de septiembre de 2015. Evidentemente, nos encontramos en una situación difícil, pero es una de las formas de desarrollo que a mediano y largo plazo beneficiará al país. Ahora bien, como aporte el autor de este ensayo, considera que en la actualidad por ejemplo, el Estado está en la capacidad de disminuir los gastos en papelería y consumibles, si se automatizan los procesos de la administración pública y el resto de los Poderes Públicos y sean los administrados o usuarios quienes costeen el gasto de reproducir de los documentos solicitados, cuyo ahorro se dirija al desarrollo de la Economía Digital. 



[1] Extraído de la página Web.  https://www.portafolio.com.

LA ECONOMÍA DIGITAL Y SU IMPACTO EN LAS EMPRESAS; BASES TEÓRICAS Y SITUACIÓN EN ESPAÑA


Autor: Disraeli Brito U.

LA ECONOMÍA DIGITAL Y SU IMPACTO EN LAS EMPRESAS;
 BASES TEÓRICAS Y SITUACIÓN EN ESPAÑA

Don Tapscott (1997)[1] escribió sobre la Economía Digital, anticipándose a muchos de los cambios que se han originado como la digitalización de la información y la Internet. En ese momento, se empezaba a iniciar una revolución nunca vista por la humanidad “para el autor, todavía se está en ese proceso de cambios”. Se refiere a una semiótica, que le abre el camino a un nuevo paradigma de ver la economía basada en la inteligencia del ser humano a través de las redes (Internet). Este paradigma está transformando la forma en que se trabaja, en que se hacen los negocios, se aprende, se juega y hasta la forma de cómo se piensa. En otras palabras, el mundo que conocemos está en proceso de cambio, lo virtual se hace parte de todas las formas de cómo se relacionan las personas a través del ciberespacio.

La Economía Digital procura resumir en nuevas herramientas la forma de como la información afecta a las empresas en su desarrollo con la tecnologías, su forma de organizarse y las estrategias que deben desplegar para el intercambio de bienes y servicios, explicando la forma de relacionar la economía, las empresas y la tecnología, entre sí. Es así, la manera que la economía digital trae consigo ilimitadas promesas y oportunidades para la creación de riqueza y desarrollo social. A la vez, obliga a los particulares, empresas o sociedades a actualizarse en las nuevas Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC). Es claro, que hay un nuevo paradigma denominado economía digital y éste precisa un nuevo sistema social, político y económico que se caracteriza por el ciberespacio, el procesamiento de información y la capacidad de comunicación.

En este sentido, el uso de las redes para la realización de actividades económicas puede reducir los costos en las transacciones ejemplo, la criptomonedas como parte complementaria de los mercados y las organizaciones, o el uso de los contratos electrónicos a través de la cadena de bloques (blockchain), donde el cumplimiento se da por el acuerdo entre partes, sin emisión de certificación de buena fe por parte de la administración. La economía digital agrupa a los sectores que facilitan la infraestructura física, como los componentes (hardware) y la lógica (software), como al conjunto de actividades definidas por el término comercio electrónico, en sus distintas modalidades y tanto para productos tangibles como intangibles.

Martín Mansilla F. (1998), señala, cómo fue el inició de la internet “la cual  se desarrolló en 1969, a solicitud de la Defense Advanved Research Projects Agency, DARPA, de E.E.U.U., por exigencias del Pentágono, para crear una red que permitiera a los científicos probar tecnología en materia de redes con el fin de compartir sus inquietudes, así como,  los resultados de las investigaciones y las rutas alternativas para el envío de información". De esa forma, es cómo surge el internet, una preocupación del Pentágono por tener una infraestructura comunicacional que le permitiera estar preparado ante cualquier eventualidad en el marco de lo que se denominó como guerra fría en los años 60”.

Para José Sánchez N. (1997)[2], la red es "Una gran comunidad de las que forman parte personas de todo el mundo, que usan sus computadoras para interactuar unas con otras, con la posibilidad de obtener información". Para comprender el porqué de esta definición de red de redes, se requiere una aproximación técnica al campo de las redes de computadoras. Para ello,  según la Enciclopedia de redes de Ton Sheldon (1999), una red de computadoras es "Un sistema de comunicación de datos que enlaza dos o más computadoras y sus dispositivos en un conjunto de equipos de interconectados permanentemente de alguna manera, de forma que la capacidad operativa de la red es mayor que la suma de las capacidades de cada equipo".

En España el sector de la Tecnología de la Información y las Comunicaciones, (TIC), aglutina a las ramas de actividad de telecomunicaciones, actividades informáticas y comercio distribuidor (TIC), en la categoría de servicios (TIC), incluyendo la fabricación. El sector de los contenidos, formado por la publicación de libros, periódicos y otros relacionados, actividad de cine, vídeo, grabación de sonido y edición musical, actividades de programación de radio y televisión y otros servicios de información, están incluidas dentro de las actividades de Información y Comunicaciones, a excepción de la  fabricación (TIC) y el comercio al por mayor. 

Para ver el comportamiento del sector de las (TIC) en España, se toma el informe del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la SI (ontsi) del 2016[3], el cual señala: las importaciones exceden a las exportaciones, en el período 2015, las exportaciones crecieron en un 7,5 %  anual respecto al 5,4 % de crecimiento total de las exportaciones de ese mismo periodo. Por su parte, las importaciones crecieron en un 13,1 % anual en comparación con el 7,5 % de crecimiento del total de las importaciones de bienes y servicios. En el citado informe se determina la importancia del sector de las (TIC) respecto al conjunto de los sectores empresariales de cada país, a partir de las siguientes variables: empleo, valor añadido, investigación y desarrollo, importaciones y exportaciones. Según esta comparativa, España pertenece al grupo de los países con baja intensidad en las (TIC), es decir, la importancia relativa al sector en el conjunto de la economía es baja.

Otros indicador importante a analizar, es el desarrollo de internet y el comercio electrónico: el número de ordenadores conectados a Internet, servidores seguros (infraestructura) y los contenidos Internet multimedia (aplicaciones) entre otros. Según estos datos la posición de España respecto a otros países es desfavorable. No obstante, el comercio electrónico se ha incrementado. Para el 2016, las transacciones de productos y servicios por internet acumularon una facturación de 24.185 millones de euros en todo el año, un 20,8% más que en 2015, y el crecimiento, en el último trimestre de la subida interanual fue del 25,4%. Lo lidera el sector turístico, el que mayor porcentaje del negocio virtual ha realizado, según el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

Sin embargo,  la contratación y su tendencia al alza en el sector de las (TIC), la facturación de las mismas ha registrado un incremento. Los datos del TIC Monitor[4], revelan en las empresas españolas del sector, advierte un crecimiento interanual del 7,2%, según el indicador de actividad encargado de medir las cifras de negocios. Como se observa, el crecimiento de las (TIC), crece considerablemente en España aun cuando la balanza de pago es deficitaria, por cuanto las importaciones son mayores que las exportaciones, el crecimiento en los últimos años ha sido de manera sostenida.

Las estadísticas Sociodemográfico de los Internautas (datos INE 2018) Siete de cada diez personas de 16 a 74 años o más se conectan a Internet diariamente, lo que supone aproximadamente de 25 mill; de un total de 46 mill; dentro de la población con educación primaria, el 46,4 % se conecta a internet semanalmente, mostrándose como el nivel de estudio con más margen de mejora en la conectividad. Más del 70 % de los internautas que trabajaron en la última semana, utilizan dispositivos (TIC) o equipos automatizados, principalmente para el intercambio de correos electrónicos o la introducción de información en bases de datos. Por su parte, en el trabajo, es más frecuente el uso de equipos o maquinarias automatizadas por parte de los hombres (19 %) y de dispositivos móviles u ordenadores de sobremesa entre las mujeres (66,9 %). Es decir, Como se observa, la población española en un 70 % utiliza el internet como herramienta  de uso frecuente.

Si comparamos el uso de internet con Venezuela, según datos obtenidos de Tendencia[5], para el 2018, la cifra de internautas que utilizaron el internet ascendió al 60% de la población; es decir, cuatro de cada 10 personas. Lo que supone una población de alrededor 18 mill., de un total de 32 mill., el 83% de los internautas pertenecen a los estratos D y E. El 51% de los internautas son hombres y el 49% son mujeres. Los grupos de edad más relevantes son: 35 a 49 años: 25%, de 25 a 34 años: 24%, de 18 a 24 años: 18%, de 13 a 17 años: 17%. Los principales lugares de conexión son los hogares y los dispositivos móviles.
Los dispositivos de conexión más importantes son: Desktop: 75%, Teléfono móvil: 56%,
58% de los internautas realiza alguna actividad relacionada con trámites gubernamentales.
Principales usos de Internet: Enviar y recibir correos: 88%, realizar operaciones bancarias: 87%, leer noticias: 83%, visitar redes sociales: 82% y buscar información bancaria: 77%.

Como se observa, el Estado venezolano debe invertir en todos los aspectos que conforman el desarrollo del ecosistema de la economía digital, si se  quiere dar cumplimento con la resolución N° 70/1 de la Asamblea General, de “transformar nuestro mundo: la Agenda 2030, para el Desarrollo Sostenible”, del 25 de septiembre de 2015. Evidentemente, nos encontramos en una situación difícil, pero es una de las formas de desarrollo que a mediano y largo plazo beneficiará al país. Ahora bien, como aporte el autor considera que en la actualidad por ejemplo, el Estado está en la capacidad de disminuir los gastos en papelería y consumibles, si se automatizan los procesos de la administración pública y el resto de los Poderes Públicos y sean los administrados o usuarios quienes costeen el gasto de reproducir de los documentos solicitados, cuyo ahorro se dirija al desarrollo de la Economía Digital. 




[1] Don Tapscott (1997)  The digital economy”, promise and peril in the age ofnetworked intelligence. New York: McGrawHill. 1997, ISBN 0-07-063342-8.
[2] José Sánchez N. (1997) “el Camino Fácil a Internet”, Publicado por McGraw-Hill Interamericana
[3] ttps://www.ontsi.red.es/ontsi/es
[4] https://www.vass.es/wp
[5] https://tendenciasdigitales.com

ECONOMÍA DIGITAL Y EL INTERNET DE LAS COSAS


Autor: Disraeli Brito U.


ECONOMÍA DIGITAL Y EL INTERNET DE LAS COSAS


No hay duda que la tecnología ha mejorado la calidad de vida de la humanidad en considerables aspectos del quehacer diario de los ciudadanos. Tanto, en el campo personal como en lo profesional. En todos los aspectos la dinámica de las personas ha cambiado cada día, la tecnología permite rapidez y simplificación en los tramites, transacciones y búsqueda de información de forma automática, ampliando la capacidad de información de los individuos que de forma abstracta han extendido la parte cognitiva sin necesidad de archivar información porque ésta se encuentra guardada en la web. Es así, como la economía digital con el uso de Internet of Things (IoT) o el internet de las cosas, ha cobrado fuerza y va evolucionando junto a diferentes modelos económicos. Es decir, se ha convertido en una herramienta de ayuda que facilita el trabajo de las personas tanto naturales como jurídicas.

A partir de la llegada de Internet a nuestras vidas, su evolución ha sido rápida, logrando abarcar todas las ramas del conocimiento y de las labores cotidianas, desde aquellos primarios módems de 56 KB hasta las aceleradísimas y eficaces líneas de fibra óptica presentes en la actualidad. Pudiendo en el presente conectar a Internet todos los objetos usuales como teléfonos móviles, frigoríficos, lavadoras, semáforos impresoras, televisores, cámaras vía IP, GPS, entre otros múltiples dispositivos electrónicos que pueden enlazarse a la red y/o interconectarse entre sí. O lo que es lo mismo, la internet de las cosas (IoT), es un concepto de algo que pareciera haber estado acompañándonos dada su omnipresencia en todo lo que conocemos hoy, pero la realidad es que es bastante reciente.

Kevin Ashton, (2009)profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), usó el acrónimo de (IoT) para referirse a la expresión Internet of Things o en español la internet de las cosas - en las jornadas RFID Radio Frequency Identification - (en español identificación por radiofrecuencia) desde entonces el aumento y la curiosidad del término ha ido creciendo de forma exponencial. Aunque él mismo, ha comentado que la locución era de uso corriente en círculos internos de investigación desde 1999, si bien no se hizo público de forma notoria hasta entonces.

Así, imaginemos que poseamos ordenadores capaces de estar al corriente de todo lo que pudiese saberse de cualquier cosa sea pública o privada; empleando y recolectando datos, se podría reducir de forma significativa los costos y malos usos de los procesos donde interviene de forma importante la mano del hombre. No habría necesidad del uso de papel o por tanto de consumibles; por ejemplo, se podría tener control de las enfermedades de las personas, los médicos recetarían los medicamentos sin extender récipes escritos, los procesos jurídicos no tendrían necesidad de tener expedientes físicos, por cuanto todo sería escaneado, entre muchísimas cosas mas. Es decir, el internet de las cosas tiene la capacidad de cambiar el mundo que conocemos.

Es en este enfoque donde la economía digital juega el rol mas importante, para disminuir los costos de producción y de servicios utilizando las alternativas que ofrece la internet de las cosas, la digitalización de la información y el uso de la infraestructura de las Tecnologías de las Informaciones y Comunicaciones (TIC), enfocados a la prestación de servicios y a suministrar bienes tanto por el Estado como por el sector privado. Por su parte, internet of things (IoT), o internet de las cosas, está cambiando al mundo y la manera en la que interactuamos con él, ya que modifica la comunicación entre objetos y el funcionamiento de las ciudades, no en vano (IoT) se refiere a la interconexión digital de todo tipo de objetos cotidianos a través de la red.

Esto ha impactado a las empresas como a su entorno, la revolución de la Tecnología, la Información y las Comunicaciones (TIC.) como el insumo básico de producción, y la capacidad de respuesta. O lo que es lo mismo, la economía digital en la nueva tendencia empresarial tiene su apoyo en el desarrollo de la estructuración y la sistematización del capital intelectual, como base en la competitividad y el poder mantenerse en el mercado a través de la innovación en la organizaciones empresariales del futuro; para ello, la herramienta primordial para que una empresa sea competitiva en el mundo de los negocios actualmente, es la "inversión en los cerebros de las personas", quienes van a desarrollar los procesos a través de la (IoT) en el ingenio para producir nuevas herramientas o mejorar las existentes, con el fin de evolucionar en el campo del intercambio de los bienes y servicios.

Ante esta nueva realidad, del conocimiento como parte de la economía digital, es la forma de trascender ante la visión que se tenía del hombre que era solo producir y generar beneficio, siendo utilizado como una herramienta dentro de un engranaje, quien realizaba una labor continua durante toda su vida laboral, sin tomar en cuenta el conocimiento para mejorar los procesos, es así, como en la era de la Tecnología, las Información y las Comunicaciones (TIC.), se empieza a ver ese nuevo enfoque por parte de las empresas en invertir en el campo del conocimiento, para de esa forma llevar al mercado esa creatividad del ser humano de innovar o mejorar en bienes y servicios continuamente y así obtener la rentabilidad que conlleva la inversión. En otras palabras, es la innovación lo que puede marcar la diferencia entre mantenerse o no en la autopista de los negocios.

Por su parte, en Venezuela se han dado los pasos necesarios para la automatización de los procesos actuales llevados por Estado, en concordancia con lo plasmado en el artículo 110 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que señala:

"El Estado reconocerá el interés público de la ciencia, la tecnología, el conocimiento, la innovación y sus aplicaciones y los servicios de información necesarios por ser instrumentos fundamentales para el desarrollo económico, social y político del país, así como para la seguridad y soberanía nacional. Para el fomento y desarrollo de esas actividades, el Estado destinará recursos suficientes y creará el sistema nacional de ciencia y tecnología de acuerdo con la ley. El sector privado deberá aportar recursos para las mismas. El Estado garantizará el cumplimiento de los principios éticos y legales que deben regir las actividades de investigación científica, humanística y tecnológica. La ley determinará los modos y medios para dar cumplimiento a esta garantía".

En ese sentido se estableció la Ley de Infogobierno, publicado en la Gaceta Oficial N° 40.274, en fecha 17 de octubre de 2013, siendo este el principal leitmotiv de la disposición fundamental y de los Principios y bases del uso de las tecnologías de información de la referida Ley, que tiene como objetivo:

“(…) establecer los principios, bases y lineamientos que rigen el uso de las tecnologías de información en el Poder Público y el Poder Popular, para mejorar la gestión pública y los servicios que se prestan a las personas; impulsando la transparencia del sector público; la participación y el ejercicio pleno del derecho de soberanía; así como, promover el desarrollo de las tecnologías de información libres en el Estado; garantizar la independencia tecnológica; la apropiación social del conocimiento; así como la seguridad y defensa de la Nación”.

Como se ve el Estado venezolano ha previsto el proceso de automatización no solo en los Poderes Públicos, sino involucra a la empresa privada para incorporar a la estructura de las Tecnologías de las Informaciones y las Comunicaciones (TIC.), y utilizar a la internet de las cosas (IoT), como mecanismo para mejorar los procesos y disminuir los costos del Estado. Entre las cosas que se están desarrollando en Venezuela, y que tiene un impacto tanto en la economía digital como la internet de las cosas (IoT), tenemos la incorporación al mercado de transacciones de las monedas virtuales la criptomoneda denominada Petro con un aproximadamente de 25% al 30% de usuarios, porcentajes que representan a 15 millones de venezolanos que están siendo integrados a este nuevo sistema de transacción digital, es decir, de cada 10 usuarios de criptoactivos en el mundo 3 serán venezolanos.

Con la creación del Petro, el país logra evitar el uso de divisas para el intercambio de bienes y servicios en el mercado mundial con el respaldo en un primer lugar de las grandes reservas de hidrocarburo y oro, certificadas, lo que pone al país como uno de los pioneros para librarse del uso de las divisas como forma de coacción a los Estados por parte de las grandes potencias en un mundo que se visualiza con una profunda crisis económica a corto, mediano y largo plazo.