Autor: Disraeli Brito U.
RÁPIDA DESACELERACIÓN DE LA TECNOLOGÍA
En
la última década luego de la denominada burbuja financiera del 2008 y 2009,
donde las empresas tecnológicas arrastradas por el derrumbe del mercado de
acciones de Wall Street, sufrieran una desaceleración drástica, producto de la
caída de las acciones de las empresas tecnológicas que cotizan a través del Nasdaq
Composite, principal índice bursátil donde al cierre del año 2009, dicho índice
bursátil descendió hasta cerrar en 2.269,15 puntos. No
obstante, para la siguiente década su comportamiento ha tenido un crecimiento
constante alcanzando el referido índice bursátil un puntaje de 7.976,01 al
cierre del 15 de abril 2019, reflejando así, un incremento interanual de 570, 69
puntos. Quiere decir, que en los últimos diez años el Nasdaq Composite, ha
experimentado un crecimiento vertiginoso, apoyado en los grandes adelantos en
las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC’s), por parte de
las empresas tecnológicas, desarrollados tanto en las tecnologías digitales
maduras como en las tecnología digitales avanzadas.
En
efecto, tomadas las consideraciones anteriores pareciera que las empresas
tecnológicas tienen todo a su favor para seguir creciendo, empero, existen
suficientes razones para pensar que tal confianza en dichas empresas están
siendo cuestionadas por razones crecientes de preocupación por la vulneración
de los datos personales, caída de la demanda de productos como smartphones y
tablets, y estancamiento en la implantación del Internet of Things
(IoT) o el Internet de las cosas, son limitaciones que afectan el mercado de
las tecnología digitales avanzada. Ciberseguridad, Computación en la Nube, Internet
de las Cosas, Robótica, Big Data, Inteligencia Artificial, Blockchain, etc. Según Sami Luukkonen[1],
“la desaceleración en el mercado de la tecnología de
consumo es irrefutable y global. El mercado no necesita aparatos más ostentosos
sino, más bien, prestar servicios digitales más seguros, innovadores y
prácticos. Si la demanda de dispositivos sigue disminuyendo, la industria
tendrá que dar un giro hacia productos que los consumidores sean capaces de
usar con confianza”.
En
este sentido, según una encuesta realizada por la empresa Accenture a un
universo de 28.000 mil personas en 28 países diferentes, arrojando que el (47%)
por ciento de los consultados señalaron tener desconfianza por los problemas seguridad
y privacidad al momento de adquirir un servicio o
dispositivo IoT. Por otra parte, un (69%) por ciento dijo saber que son
productos hackeables; a la pregunta si deseaban adquirir dispositivos IoT, el (24%)
por ciento dijo haber pospuesto la compra en los próximos años y otro (18%) por
ciento, dejaron de usar dispositivos que no le garantice de seguridad. menos de
la mitad. Por su parte, menos del (48%)
por ciento de los encuestados manifestó su intención de comprar un smartphone
este año; al compararse con datos del año anterior se refleja una disminución
de 6 puntos porcentuales. Es decir, las encuestas reflejan claramente una ostensible
disminución para la adquisición de dichos bienes o servicios, por cuanto no les
brinda seguridad. Igualmente, Sami
Luukkonen, señala:
, “La oportunidad de mercado es enorme, pero las
preocupaciones en torno a la seguridad y facilidad de uso están obstaculizando
su potencial a corto y largo plazo […] hasta que el IoT no cumpla con las
expectativas de los consumidores, su mercado obtendrá más promesas que
ganancias, y podrá hacer poco para revitalizar el mercado general de los
consumidores digitales”.
Así
mismo, Para Sami Luukkonen, el Internet de las Cosas, se presenta como un “arma
de doble filo”. La razón es que aun cuando los objetos se conectan al
denominado espacio virtual como teléfonos móviles, carros, neveras, etc., Existen
en la actualidad, diferentes empresas desarrollando plataformas distintas lo
que ha generado entre éstas una guerra para ver quién se queda con el mercado y
poder establecer ciertos estándares que reduzcan la complejidad del mundo del (IoT)
o el Internet de las cosas, para los usuarios del servicio. Aun, no se puede
decir a ciencia cierta quien tiene el mercado en sus manos por ejemplo, en la
actualidad se maneja el término (edge computing) o en español (computación en
la niebla) para diferenciarlo del termino de nube, referido a la capacidad de
procesamiento de datos. Las decisiones, el funcionamiento de los objetos, se producen
en el propio objeto y no en un servidor. Otros hablan de sistema blockchain o
cadena de bloques, por la seguridad que representa entre las transacciones que
se realizan entre maquinas sin intervención del hombre. Pareciera que pasa el
tiempo y no hay una definición clara.
Entre
otros factores adicionales a los explicados que han incidido en la rápida desaceleración
de la tecnología, se encuentra la disminución de las denominadas Productividad
Labora (PL) y el Total de los Factores (PTF). Los factores de incertidumbre, la
poca seguridad en los dispositivos. si a eso se le incorpora la sustitución de
las redes 4G, por una nueva generación de velocidad de trasmisión de datos denominada
5G (Generación) que permitirá igual
que ahora, el envió de textos, realizar llamadas y navegar por internet, aumentar
radicalmente la velocidad de transferencia, adicional se podrá conectar
con todo tipo de objeto que es la nueva tecnología en transmisión de datos, podrá
cumplir las solicitudes de los usuarios de teléfonos inteligentes, Incluso la descarga
y subida de contenido en Ultra HD y vídeo en 3D. También, dejará un poco de
espacio para los miles de dispositivos conectados a internet que van a empezar
a popularizarse. El problema estriba que esta tecnología fue desarrollada por
empresas China y no de EEUU., lo que ha traído como consecuencia disputas
comerciales entre ambos países por la pérdida del dominio tecnológico.
En
conclusión, la incidencia de todos los factores antes expuesto permite
determinar las razones del porque existe una rápida desaceleración de la
tecnología, si a esto, se le añade que con el desarrollo de las (IoT) o
Internet de las cosas, sea cual sea la plataforma o el sistema a utilizar, el
resto de las empresas que han apostado a esta nueva tecnología verán comprometido
su patrimonio. Por su parte, la puesta en marcha de estas herramientas
tecnológicas, en las primeras de cambio será para un porcentaje pequeño de la
población mundial, lo que agudizaría la desaceleración de la tecnología. Y sí
ha eso se le añade que existe un nuevo competidor que entra al juego con gran
fuerza y con las posibilidades ciertas de desplazar a los ya sentados en la mesa
desde hace tiempo, como son las empresas tecnológicas de China, se podrá ver el
cambio de manos de los nuevos desarrollos tecnológicos y que apuntarían al
quiebre de las empresas líderes del mercado.
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